Cada vez se cuestionan más los medicamentos, y estás buscando soluciones menos agresivas y, sobre todo, 100% naturales para cuidar la salud de tu hijo, al menos para algunas necesidades cotidianas. La yemoterapia, situada entre la homeopatía y la aromaterapia, posee un enorme potencial, ya que sus productos no tienen efectos secundarios y son muy fáciles de usar. Descubre los principios básicos y cómo usarlos con los pequeños.
La energía y los principios activos de la planta en desarrollo
En el brote se encuentran tejidos muy particulares: los meristemos. Estos son los únicos tejidos vegetales capaces de crear nuevas células. El brote contiene numerosos principios activos como fitohormonas, vitaminas, minerales, oligoelementos, enzimas, savia bruta, polifenoles, aceites esenciales, así como el concentrado de información de la planta en desarrollo, rica en ADN. Todos estos elementos preciosos se conservan en una mezcla de agua, glicerina y alcohol: los macerados. Unas pocas gotas* son suficientes para liberar sus beneficios.
Complejos elaborados para responder a las necesidades diarias
Existen muchos macerados de brotes, pero no todos son adecuados para los niños, ya que hay ciertos brotes que deben evitar. Por el contrario, otros son particularmente beneficiosos y apropiados para modificar el terreno del niño que, por ejemplo, sea especialmente nervioso o propenso a otitis o alergias. Por eso es conveniente tomarlos durante un período determinado, generalmente 3 semanas, para sentir sus beneficios a medio plazo.
El tilo por su efecto calmante
- Calma a los niños inquietos.
- Combate eficazmente las angustias.
- Actúa sobre los trastornos del sueño: favorece el adormecimiento y aumenta la duración del sueño.
- Antiespasmódico: eficaz en trastornos digestivos y cólicos del bebé.
El higuera apaciguante
El higuera es un maravilloso remedio contra las angustias. También es un armonizador nervioso que regula el eje hipotálamo-hipofisario. Es particularmente indicado para combatir:
- Afecciones psicosomáticas, ansiedades, insomnios.
- Trastornos emocionales diversos.
- Desórdenes digestivos: náuseas, acidez gástrica...
- Reflujo gástrico en el lactante y el bebé.
Para los niños hiperactivos, una mezcla de brotes de tilo e higuera es ideal para los trastornos del sueño y también hace maravillas para restaurar el equilibrio nervioso.
El rosal silvestre protector
- Estimulante general e inmunitario (naturalmente rico en vitamina C y antioxidantes).
- Buen antiviral.
- Actúa sobre las afecciones respiratorias recurrentes por su efecto antiinflamatorio.
- Previene y combate las afecciones de la esfera ORL y broncopulmonar del niño, las otitis recurrentes, tos y bronquitis.
- Estimula el crecimiento.
¡No tengas miedo del invierno! El brote de rosal silvestre es ideal para la prevención al llegar el invierno, especialmente para fortalecer la esfera ORL. Se puede utilizar durante un período prolongado.
El aliso glutinoso, "antibiótico vegetal"
- Antiinflamatorio.
- Estado gripal.
- Esfera ORL.
- Árbol respiratorio: bronquitis, rinitis...
Recomendaciones:
- Hasta 12 años: una gota por año de edad por vía sublingual o en un vaso de agua, preferiblemente fuera de las comidas.
- Para bebés: una gota al día en el biberón o a través de la madre que amamanta.
- Adultos: 5 gotas 3 veces al día.
La yemoterapia se toma generalmente en ciclos de 3 semanas. Para períodos más largos, considera hacer una pausa de una semana antes de retomar. No dudes en consultar a tu terapeuta para obtener más información.
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