¿Sabía que la yemoterapia es accesible a todas las edades? Puede recomendarse a niños, bebés y, dentro de ciertos límites, incluso a mujeres embarazadas. Aunque algunas yemas no están recomendadas para los niños, otras son especialmente buenas para su bienestar. ¿Quieres descubrir estos cogollos y sus beneficios?
La energía y los principios activos de los brotes
El brote contiene tejidos muy especiales: los meristemos. Son los únicos tejidos vegetales capaces de crear nuevas células. La yema contiene por tanto numerosos principios activos como fitohormonas, vitaminas, minerales, oligoelementos, enzimas, savia bruta, polifenoles y aceites esenciales, así como la información concentrada de la planta en ciernes, rica en ADN.
Complejos desarrollados para responder a las necesidades cotidianas
Existen muchos macerados de yemas, pero no todos son adecuados para los niños, y algunos deben evitarse. En cambio, otros son especialmente beneficiosos y adecuados para modificar el estado de un niño, por ejemplo si es especialmente nervioso o sensible a las infecciones de oído o a las alergias. Por esta razón, deben tomarse durante cierto tiempo, generalmente 3 semanas, para notar los beneficios a medio plazo. Una de las grandes ventajas de esta terapia natural es que no tiene efectos secundarios.
Rosa silvestre: mi brote protector
Rosa mosqueta, rosa de los setos o rosa canina, probablemente conozca esta planta por alguno de sus muchos nombres. La rosa silvestre es un arbusto espinoso muy común en Europa y de gran simbolismo.
Históricamente asociada a la protección, los castillos estaban rodeados de setos de esta planta, utilizados como frontera. Así que no es de extrañar que, incluso hoy en día, la rosa silvestre sea reconocida como el capullo de la protección.
Hoy en día, se puede contar con ella por su espectacular acción sobre el sistema inmunitario: ¡la auténtica protectora de los niños!
Gracias a su fruto rico en vitamina C, refuerza las defensas naturales de nuestros pequeños guerreros, sobre todo de los que sufren frecuentes infecciones de oído, tos y bronquitis.
Abeto pectina: mi brote para el crecimiento
¿Alguna vez has dado un paseo y te has dado cuenta del increíble poder del abeto?
Es uno de los árboles más altos de Europa, y su estructura erguida lo convierte en un símbolo de verticalidad. También es muy robusto, con raíces profundas y hojas verdes.
El abeto pectínico es un auténtico manojo de fuerza y vitalidad, lo que significa que desempeña un papel importante en el crecimiento de los niños pequeños. ¿Listo para crecer grande y fuerte como mamá y papá? El abeto pectínico es la yema esencial para nuestros pequeños.
Favorece el equilibrio mineral óseo y la fijación del calcio, por lo que es ideal para el crecimiento, las caries y también para consolidar las fracturas de nuestros pequeños dobles.
Tilo: mi brote para el sueño
También conocido como símbolo de misericordia y fidelidad, el tilo plateado o Tilia argentea DC es un árbol majestuoso caracterizado por sus hojas con el envés algodonoso, adornado de plata con cada ráfaga de viento. Una maravilla natural que a menudo adorna los parques y jardines de las ciudades. Pero es con su papel de Morfeo natural que este brote ha encontrado un lugar ineludible en los imprescindibles de nuestros pequeños soñadores.
Gracias a sus propiedades calmantes, el tilo les ayuda a dormirse plácidamente, desterrando las ansiedades que les impiden conciliar el sueño. Mejora la calidad de su sueño, para noches largas y dulces, calma las ansiedades nocturnas que les hacen despertarse repetidamente y, naturalmente, ayuda a canalizar la energía de nuestros pequeños torbellinos nunca cansados.
Tanto si se trata de un problema recurrente como temporal, descubrirás que es un verdadero aliado para las noches de toda la familia.
¿Cuándo tomarlo?
Idealmente entre comidas. Según la yema, es mejor tomarla a una hora determinada del día (por ejemplo, la Tila, por la noche antes de acostarse).
¿Cuántas gotas?
Para los niños, la regla es sencilla: una gota al día por año de edad, a partir de los 3 años (por ejemplo, un niño de 4 años tomará un máximo de 4 gotas al día).
¿Cómo debe tomarse la yema?
La administración sublingual (bajo la lengua) es ideal para obtener el máximo beneficio de las yemas. Pueden tomarse sobre la lengua o diluidos en un poco de agua.
¿Cuánto dura el tratamiento?
El tratamiento que se suele recomendar es de un mínimo de 3 semanas, con una semana de descanso entre cada toma si se repite el tratamiento (hasta 3 veces al año).
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